dissabte, 23 de febrer del 2019

El artista (historia)

Harding Meyer

Empezaba temprano su tarea, apenas la luz acariciaba el cristal del estudio.
Hacía días que estaba trabajando en un nuevo encargo, pero por mucho empeño que pusiera, el lienzo no resultaba de su agrado.
Un hombre acaudalado le encargó, meses atrás, el retrato de su mujer. El artista ya había realizado los estudios previos, con ella de modelo. Durante esos días, él había tomado varios bocetos de su rostro, de sus manos, de cómo el ropaje caía por su esbelto cuerpo.
Se había fijado en que ella tenía una bonita sonrisa, unos labios...para besar. Los ojos de la mujer, joven pero madura, eran bonitos y también escondían una extraña tristeza, una profunda melancolía. La modelo sonreía mientras el artista tomaba apuntes, pero sus ojos...
De esas sesiones habían pasado ya semanas, ahora faltaba acabar el cuadro, pero el artista no lograba reflejar el alma que había en ella.
Se ofuscaba, sabía que sus colores no se correspondían con la esencia de aquella criatura. Se volvía loco, quería ser lo más fiel posible a la realidad.
Llamó a su cliente y le pidió una última sesión con su esposa, aludiendo ciertos problemas en determinados detalles que había pasado por alto. El señor acaudalado, a regañadientes, accedió, no sin antes dejar claro que, o acababa por fin el trabajo, o se olvidara del encargo.
Ella apareció como siempre: con esa mezcla de encanto y timidez, envuelta en un aura que él no lograba descifrar.
- Pensaba que ya habíamos acabado con las sesiones de pintura al natural -dijo ella.
- Faltan unos detalles -respondió el artista.
- No entiendo. Creí que ya tenía suficientes bocetos, ¿qué más quiere?
- Mire, la verdad, no logro fijar su esencia en el cuadro.
- ¿Cómo dice? ¡Mi esencia! Oiga, usted pínteme, sólo eso -es cuanto respondió ella, con risa nerviosa. Y se sentó para que él acabara el trabajo.
- No se ría. Sí, su esencia, su yo verdadero... Es lo que quiero captar.
- ¿Usted quiere mi....alma?
- Sí -respondió tajante el artista.
La mujer se mostró inquieta y a la vez sintió curiosidad. El artista percibió aquella intranquilidad y sonrió maliciosamente. Empezó a pintar. La miraba con ansia. Quería que fuera suya, ella sería su obra maestra. Se acercó a ella, le rozó el hombro. Ella sintió un escalofrío. El artista continuó, le acarició la mejilla, ella se apartó ruborizada. Acarició sus labios, casi a punto de besarla, pero no lo hizo. El artista volvió al lienzo y empezó a pintar enérgicamente, mientras su modelo continuaba ruborizada y esperando más. Vió sus ojos, miró sus labios, por fin había captado su esencia. Aquella bella criatura era todo dulzura y sensibilidad, tornándose cada vez más sensual.
Acabó el cuadro. La miró fijamente y ella a su vez lo miró con deseo, un deseo que hacía tiempo creía olvidado. Se amaron todo el día, como se aman dos enamorados, con locura, sin mesura.
A la mañana siguiente, el hombre acaudalado fue a reclamar su encargo y a preguntar por su mujer al artista. Entró en el estudio. Allí estaba ella, con una sonrisa en sus preciosos labios y un poso de nostalgia en la mirada. Era perfecta, un cuadro perfecto.
Pero ni rastro de su mujer ni del artista. Ellos estaban lejos, con los bolsillos vacíos, pero él llevaba de la mano a su obra maestra, una mujer con los ojos sonrientes como nunca y un beso en los labios. Ella llevaba en su mano, por fin, al hombre de su vida.

divendres, 22 de febrer del 2019

Ríos de tinta

Ríos de tinta hay...en tus venas.
Tal vez...la sangre más negra y oscura.
Pero...cuando la conviertes en verso,
brilla más que mil auroras.
No dejes de escribir....poeta.
No por tus musas....sinó por tu don.
El de darle belleza...a las palabras
salidas de tu pecho...

Libertad


Ésa que juega con la arena, en el parque y
el tobogán, en las risas y juegos infantiles.
Un potrillo galopando al viento, sin conocer
montura alguna. En esa salvaje carrera
también la encuentras.
Es la sensación que experimentas en la
cima de una montaña, admirando el mundo
con tus ojos.
La observas en el primer aleteo de la
mariposa,  saliendo de su crisálida en busca
de flores y campo abierto.
El salto al vacío, en plena naturaleza, de los
humanos más atrevidos. La sienten en sus
trajes voladores.
Cuando el rostro se baña de aire fresco y de
sol, caminando a ninguna parte. Dejando
atrás pensamientos oscuros, con una
sonrisa en la boca.
Esa...libertad.

Nos amamos


Nos amamos...a tu manera y a la mía...con tu pasión y mi cariño.
Con tus ganas de hacerme feliz y las mías de complacerte...
Bebiendo de mis labios...comiendo en mi boca.
Dulce y salado...tierno y....visceral.
En tus manos...en mi piel.

dijous, 21 de febrer del 2019

Esperar

Esperar....ése parecía ser su
modus vivendi....desde siempre.
Esperar....una caricia, un beso, una
palabra amable...al menos.
Esperar.....ya se había cansado de...
insistir, de preguntar...sin obtener.
Esperar....a que el tiempo lo cure todo....
a salir de la....rutina....de aquella
monotonía....del monosílabo.
Esperar....un atisbo de ilusión, de cariño,
como quien mendiga....el pan...ésa
necesidad básica.
Esperar....que todo mejore...que todo
vuelva a ser como...antes.
Esperar....a no ser decepción...a hablar...
a ser escuchada....comprendida.
Esperar....para encontrarle un sentido.
Quien te ama....no te hace....esperar.

Mutar

Bajo la ducha...lo mejor del día.
El agua tan caliente, quemando
la piel...
Desprenderse cada día de mi yo.
...mutar....ser otra...
Otra más....más decidida....más valiente...
Salir envuelta en vaho....notar esa
sensación de....calidez....
Dejar mi otro yo....mi vieja piel....en
espiral, en el suelo, hasta desvanecerse....

Di mi nombre

El sentir con los ojos cerrados.
Las carícias de tus palabras llenan mi piel.
De ti no puedo desprenderme.
Querría deleitarte igual que tú me sacias.
Di mi nombre una vez más, aunque no vayas a venir.

Canciones

Las hay dulces...melancólicas...
desgarradoras...
Unas te transportan...a un momento...
otras evocan personas...
Canciones para llorar...reír...bailar...
enamorarte...o canciones de...desamor...
La que siempre...tarareas...
Hay canciones...a las que perteneces...

Te enciendes

Brota el fuego en tu ser, la llama
crece devorando el sentimiento.
Quemando...la piel.
Tu pasión es tu locura, te enciendes...
con una chispa, que no puedes apagar.
Crece el ardor...la pasión en ti; besos,
abrazos, deseo...que no se extingue.

Tristeza infinita


No se sentía...rota, otras personas había que sufrían más.
Sin embargo, no podía...desprenderse de aquella especie de tristeza que la habitaba.
No entendía cual era el motivo, el origen de su...infelicidad.

O tal vez...lo sabía, sólo que...no le había puesto nombre...aún.

dimarts, 19 de febrer del 2019

El Espejo (historia)

Mujer frente al espejo. Picasso
Empezó a escribir. Era torpe en esa labor.
Acaso unas frases, unos pensamientos
inconexos. Nunca una historia.

"Escribe para ti" -le dijo él -. Inténtalo.

"Para mí? No sé, tal vez". Ella era escéptica.

Tenía mucho en sus pensamientos, pero
nada que decir, ni cómo.

La literatura acabaría antes de empezar.

Pensó… en su espejo. Se levantó, miró
aquella superficie que le devolvía su
reflejo, sin atreverse a preguntar.

“...entra...entra” parecía decirle, como a
Alicia.

Pero el espejo sólo quería devorarla. Le
devolvía una imagen distorsionada, fea,
sin ninguna gracia. No reconocía quién
la miraba desde el otro lado. Una mueca
horrible.

– ¿Dónde estoy yo?  ¿Qué ha sido de mí?-
preguntó al espejo.

- Te ha devorado la vida. No has hecho lo
que querías, no has deseado con todas tus
fuerzas, te has acomodado. Eres triste.
Dejaste tu vida en manos de otros. Nunca
te decidiste a nada. No sabes amar. No
sabes darte. Dices que sientes mucho,
pero en realidad no haces nada por nadie.
No vives, sólo transitas de un sitio triste a
otro sitio triste, esperando... ¿qué?.

Sus ojos eran mares, pero aún estaba en
pié.

- ¿Por qué no me quieres? Le gritó al espejo.

Le respondió el eco de la habitación “me
quieres”.

– ¡Te odio con todo mi ser! No te quiero!

– “Con todo mi ser… te quiero” respondió el
eco.

Calló, se serenó.

Miró al espejo a los ojos. Fijamente, se
obligó a mirar.

– ¿Qué miras?-  le preguntó una voz
masculina a su espalda. -¿Has llorado?-

- Nada, sólo pensaba... No.

– Yo veo unos ojos preciosos color
caramelo, oscuros.  Veo una sonrisa
encantadora, unos hombros firmes.

- Le hablaba al oído mientras la
desnudaba.

Continuó diciendo, “Pechos maduros,
pezones suaves.” Ella arqueó su cuello y
su espalda, cerrando los ojos.

- No los cierres, mírate. Eres hermosa -le
decía mientras acariciaba sus senos, su
vientre, su ombligo. Bajaba sus manos al
tiempo que la ropa caía al suelo.

Le acarició el pubis con su mano. Bajó, le
tocó el sexo, suavemente mientras besaba
su espalda, su piel.

Ella miraba al espejo, sonreía, gozaba. El
espejo le devolvió la mirada, observaba
atento. La mujer puso sus manos en el
liso cristal, mientras su amante la
acariciaba y se preparaba para hacerle
el amor. El espejo enmudeció.
Sentía el aliento de ella, empañando su
superficie, casi pudo sentirla. Ella,
desnuda, casi sobre él, mientras hacía el
amor.

A la mañana siguiente ella pasó delante
del espejo y éste le devolvió, radiante,
una sonrisa, mientras le susurraba…eres
bella…bella...

El Guerrero

Amanecía antes que el alba...tomando
armas y montura, dispuesto a la lucha.
Encontraba variopintos seres, dignos...
de probar su hacha.
Aquel guerrero...atravesaba oscuros
páramos y escalaba abruptas colinas.
Se desgastaba defendiendo verdades,
cansado...pero satisfecho.
El retorno resultaba otro arduo camino
a recorrer...envuelto en bruma y el sol
en descenso.
En el hogar, por fin, le esperaban paz y
tranquilidad...después del esfuerzo y la
entrega...

dilluns, 18 de febrer del 2019

Tabula rasa


Foto: Eco
Y borrar memoria, sueños, vida.
..."tabula rasa"...
Reencontrar las primeras...veces.
Una ilusión que sólo conocen los niños.
Descubrir, explorar, experimentar todo.
El mundo por conocer...
los sentimientos por aflorar.
Bondad...ingenuidad...felicidad...

Un te quiero

En un sobre puse un "te quiero" pero
no encontré buzón donde enviarlo.
Lo diría de viva voz, pero perdí la
costumbre de decir lo que siento.
Sin embargo, las letras me asaltan
ligeras y se escriben solas.
Dejé el sobre en un bolsillo, cerca del
corazón, latiendo.

#microcuento

Costumbre

Ella...era ya costumbre para él.
De pronto la miró...como el primer día.
Le temblaban las manos...
las que hacía tiempo callaban.
Sus besos dulces y lentos...
como nunca antes...lo fueron.
Ya no eran...los mismos amantes
pero redescubrieron el placer...
por un instante.

diumenge, 17 de febrer del 2019

Tu ser

Dibuja con tus dedos...un corazón
en mi alma, para que se eleve.
Marca...con tus labios mi piel,
hasta ahora insensible.
Háblame en...susurros para que
mi mente vuelva a imaginar.
Cuídame...mímame...ámame...
con tu sincero...ser.