Cuentan que hubo una vez un sentimiento
tan intenso que prendió forma.
Se reencarnó en mujer y aunque no era de
extrema belleza, todo en ella se completaba
en harmonioso conjunto.
Tenía curvas sin ser voluptuosa en exceso.
Pelo rojo, ojos oscuros de inquisitiva
mirada, bonitos labios y sonrisa pícara.
Mirándose al espejo no supo entender muy
bien cual era su cometido y lloró
largamente sin poder evitarlo.
El sentimiento que la embargaba era la
nostalgia.
Quien se acercaba a ella, pobre mortal, veía
aquel triste sentimiento reflejado en su
mirada y pretendía cambiarlo, sin éxito.
No se puede transformar un sentimiento
triste en uno alegre...o si?