Amanecía antes que el alba...tomando
armas y montura, dispuesto a la lucha.
Encontraba variopintos seres, dignos...
de probar su hacha.
Aquel guerrero...atravesaba oscuros
páramos y escalaba abruptas colinas.
Se desgastaba defendiendo verdades,
cansado...pero satisfecho.
El retorno resultaba otro arduo camino
a recorrer...envuelto en bruma y el sol
en descenso.
En el hogar, por fin, le esperaban paz y
tranquilidad...después del esfuerzo y la
entrega...
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