Leería

Leería en tu piel...una historia nueva.
Contaría tus lunares...despacio.
Seguiría...con mi dedo...las líneas

de tus venas azules.

Rozaría con mis manos...tu carne

más cálida.
Dibujaría en tu sexo un corazón...húmedo

y en tu corazón...estamparía un beso, dulce.

Debería ser oráculo

Es horrible ese sentimiento, de antemano.

Lo es por lo acertado que resulta.

Pero el acierto se conoce a posteriori, 

la mayoría de las veces.

No para mí. 

Sé que debo hacerlo en ese momento.

Algo en mi interior me lo dice.

Pero no lo hago.
Y pienso en el momento concreto que sí,

que debería haberlo hecho.

Me odio por no haber seguido mi instinto.

Demasiadas veces.

Y lo hago.
Y pienso en el momento concreto que sí,

que hice bien en hacerlo.

Me alegro por haber seguido mi instinto.

Pocas veces.

Igual que releer el mismo libro una y otra vez.

Ya sabes qué pasará. 

Aunque tengas esa ilusión de que esta vez

será diferente, no lo es.

Es una sensación agridulce, no poder

cambiar lo inevitable.

Agridulce y estéril.

Receta para dos

Dos tazas bien colmadas de Amistad

(ahí nunca hay de más) que llevan implícito: Complicidad, Respeto, Confianza y Sinceridad.

Varias cucharadas soperas de Deseo,

sin escatimar, según sentimiento.

Un sobre de Amor bien entendido,

que aglutina todo.

Se macera con Risas, Comprensión y Cariño.

Una pizca de Sal y Pimienta.

Remover la mezcla sin prejuicios y en estado

receptivo.

Se cocina a fuego moderado y se toma a

gusto del consumidor.

Puede acompañar todo tipo de situaciones,

ya que se estará muy a gusto con el comensal a compartir.

La piel, gritando

 Incluso el tacto tan esperado...

le producía dolor en la piel.

...porque le faltaban los abrazos

...porque le faltaba una caricia

Como minúsculas agujas

que recorrieran su espalda.

Había perdido la costumbre y

su piel, sintiéndose agredida...

gritaba...anhelando.

Piel

...el anhelo de la piel...por ser

acariciada...

manoseada...

mordida...

besada...

...y no quedar marchita...

sin haber sentido lo suficiente...

Con los cinco sentidos

Ver tu mirada...posándose en mí 

Esperar...una caricia en la mejilla

Desear tu voz...como un susurro

Impregnarme....de tu fragancia

Oír el sonido de tus...besos

Ojos tristes

Ojos tristes y una sonrisa...en la boca.

Un escudo en su brazo para proteger
a quien esté bajo su cobijo.

Una mochila sobre sus hombros,
más pesada de lo que aparenta.

En su mano hay siempre una ilusión
para compartir...

#microcuento